Consejo 4 La Estrategia y El Driver. Lo que no se ve no existe.

Estrategia de William Shakespeare:

“El drama es lo que conecta con el corazón”.

Shakespeare desató la ira de su tiempo y de la realeza por su genialidad. Por ser alguién que apareció quien sabe de donde, que apareció sin nada, solo con su repentina genialidad.

Es la ira y la envidia que se desata en los demás por una distribución desigual del talento por una razón misteriosa y desconocida de la naturaleza humana.

Como todos los grandes, Shakespeare comprendió qué hay un detonador que mueve la mirada y el corazón de los demás. Hoy le llamamos Driver. Y que es lo qué hace que los ojos volteen a ver algo. Es la conexión poderosa entre lo que tú ofreces y tu mercado objetivo.

Sin esa conexión no existes. Shakespeare comprendió esto en una de sus primeras obras viendo la mirada de su público. Le quedó claro que cuando un drama llegaba a su momento más intenso la mirada del público se hacía más intensa sin que ellos se dieran cuenta. Incluso, las mujeres se llevaban la mano al corazón de la emoción que sentían.

Ese mismo público salía y volvía a comprar nuevamente una entrada para la siguiente noche y volver a ver la misma obra. A partir de ahí y con sus nuevas obras llenas de momentos dramáticos, Shakespeare perfeccionó su estrategia centrándose en su Driver del drama como estrategia para conectar con el corazón de un público cada vez mayor.

Shakespeare logró una fama única como dramaturgo de su tiempo, a tal grado, que la Reina Isabel I de Inglaterra lo mantuvo cerca de ella solicitándole nuevas obras. Esto salvó la vida de Shakespeare ante tanta ira y envidia de artistas y de la realeza inglesa, más su espíritu del genio de elevarse con voluntad resolutiva ante los peligros y los riesgos.

Comprende: no hace falta ser un gran genio, ni un gran innovador. La clave es encontrar el Driver Eje de tu estrategia para conectar con un mercado objetivo y ganar. Como lo hizo Shakespeare (el drama conecta con el corazón, una idea simple pero poderosa).

Esta idea viene de un proceso profundamente reflexivo y de observación, tal como lo hizo Shakespeare. Y luego, esa idea la hizo expansiva cuando la fue perfeccionando con obras cada vez más grandiosas y de mayor fama.

Aún en la actualidad: “En la simplicidad de una estrategia está su genialidad”. Virtud de los grandes estrategas de todos los tiempos.

Recuerda: las tecnologías son solo un medio, no son la esencia de tu ser y de tu talento. Si te enfocas bien, puede que te sorprenda encontrar en ti esa chispa de genialidad oculta y que hay que hacer valer ante el mundo. A partir de ahí, la voluntad resolutiva y la perseverancia determinan la gratificación. Es decir, la ejecución de la estrategia.

Al igual que Shakespeare, en tu espíritu está la fortaleza de enfrentar la ira y la envidia de la naturaleza humana! Hecho que tampoco cambiará con las tecnologías!

David Rendón

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