La guerra geopolítica y geoeconómica dado los efectos de la pandemia, la economía digital y ahora la crisis energética crean una mayor incertidumbre de la dirección que tomará el mundo de los negocios en el mundo. Las consecuencias no son menores: niveles de inflación mayores a los ya vistos y que se viven actualmente; la volatilidad del sistema financiero en una guerra de tasas de interés dada la inflación para captar capitales y el costo del financiamiento para proyectos productivos y para el consumo que se apoya en el crédito.
Los Estados Unidos hacen la guerra financiera, China incrementando el costo del transporte marítimo e incrementado los precios de su productos aceptados en el mundo dado el incremento del costo de la energía y Rusia haciendo valer su poder del gas LP a Europa y China. En medio de todo esto, todos los países tiene que ir rehaciendo por sí mismos las cadenas de suministros e implementando las tecnologías digitales para disminuir costos y abarcar mayor mercado vía el Ecommerce.