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lo mismo que los vencidos”.
OBJETIVO:
Apoderarse del Imperio Persa ganando la batalla de Gaugamela, año 331 a.c.
Alejandro Magno (Macedonia) vs. Darío (Persia)
45 mil hombres vs. 250 mil hombres
ESTRATEGIA: Estar a cincuenta metros de Darío.

Alejandro Magno accedió al trono de Macedonia en Grecia a los 20 años de edad. Desde su infancia fue preparado en el arte militar con los mejores maestros. Recibió clases de historia, filosofía y matemáticas. Uno de sus principales maestros fue Aristóteles. Pero, sobre todo, Alejando era un asiduo lector de todo tipo de temas, de los cuales hacia sus propias notas y escritos. Su madre le instruía en habilidades políticas, sobre la conducta humana y liderazgo. Su padre en cómo ser un gran rey.
Ya como rey tenía una visión: convertirse en el más grande conquistador de toda la historia. En ese entonces el imperio dominante eran los persas con una extensión territorial muy grande en Europa y Asia. Para llegar a ser en gran conquistador tendría que vencer al imperio persa, algo que en ese momento era imposible. El Rey de los persas era Darío.
Alejandro fue preparando su ejército con el propósito de su visión de futuro e hizo innovaciones importantes en cómo agruparse ante una batalla con las famosas falanges, una agrupación del ejército en divisiones nunca vistas, quienes portarían un nuevo tipo de espada, lanzas de 3 metros, protectores y escudos diseñados especiales para luchar de hombre a hombre.
Los altos oficiales de su ejército aun no tenían claro por qué Alejandro se proponía todas esas innovaciones y reorganización del ejército. De hecho, no les había revelado que en determinado momento se enfrentaría al Imperio Persa, puesto que lo considerarían una locura.
Una vez consolidado el ejército de Macedonia, Alejando se propuso recuperar algunos territorios ocupados por los persas, liderando dos importantes batallas en las cuales el venció con relativa facilidad. Darío no le dio importancia a estas victorias por estar lejos de Persia. De hecho, Darío no veía como amenaza a Alejandro.
Con estas batallas, más otras victorias que acumuló Alejandro, consolidó y creó confianza en su ejército que, con las innovaciones hechas les daría una extraordinaria confianza de entrar en batalla contra los persas.
Así que unos pocos años después, ya con 26 años de edad, decidió entrar en batalla contra el imperio persa. A lo cual Darío no le dio menor preocupación dado que contaba con el ejército más poderoso de la época y tal vez de todos los tiempos.
La declaración de guerra a los persas por parte de Alejandro dejó perplejo a su consejo de guerra, hombres con edad avanzada y gran experiencia en el arte militar, quienes estuvieron al servicio de su padre Filipo. Trataron de persuadirlo de no entrar en guerra con los persas, ya que podría ser la destrucción del reino de Macedonia, sin embargo, Alejandro estaba confiado en vencer a los persas.
Se pactó la batalla en el año 331 a.c. en Gaugamela, entre Grecia y Persia. Darío reunió más de 250 mil hombres contra 45 mil del ejército de Alejandro, una desventaja enorme. Los oficiales de Alejandro estaban aterrorizados verdaderamente. Todavía unos días antes de la batalla él no les había revelado “cómo” se ganaría esa batalla, aunque les pedía su consejo, él les decía que lo iba a considerar. Así que la noche antes de la batalla Alejandro les revelo “cómo” se ganaría la batalla.
Les dijo: “Para ganar esta batalla yo tengo que llegar a estar a 50 metros de Darío para matarlo con mi lanza. Matando a Darío ganamos la guerra”. Obviamente era algo verdaderamente audaz e intrépido, pero estaba decidido. A partir de ese momento Alejandro explicó la posición del ejército antes de la batalla y luego como este se movería al dar inicio la batalla y lograr abrir el ejército de Darío hacia la izquierda y a la derecha para abrir un espacio en el centro y por ahí entrar a todo galope para estar frente a frente con Darío y tirarle la lanza, y así fue. No le dio, pero la lanza pasó rozando la cabeza de Darío, este se asustó totalmente y perplejo emprendió la retirada, el resto de su ejército se descontroló y se desorganizó. Alejandro pudo haber ido por Darío inmediatamente pero su ejército requería del él en ese momento con urgencia. Alejandro gana la batalla y posteriormente emprendió una persecución sobre Darío, el cual tuvo que huir más allá de Persia, apoderándose Alejandro de su Imperio.
El ejército persa era de 250 mil hombres, murieron en batalla 55 mil, cuando el ejército de Alejandro Magno era de 45 mil hombres y murieron 11 mil.
Hechos destacados:
- El objetivo era ganar la batalla contra Darío dónde Alejandro tenía una gran desventaja.
- Estrategia: el “cómo ganar”, fue crear el espacio en el centro del ejército de Darío para que Alejandro pudiera estar al menos 50 metros de Darío para tirarle la lanza y matarlo.
- Táctica: se hizo un plan de ejecución de la estrategia con la posición del ejercito de tal forma que pudiera moverse para abrir el espacio en el centro del ejército persa y por ahí Alejandro Magno entrar a caballo a todo galope y a 50 metros tirar la lanza a Darío.
- Operación: El ejército de Alejandro Magno inicia el ataque conforme el plan y su ejército se mueve conforme las instrucciones dadas previamente y lo hace disciplinadamente, logrando así, táctica y operación la ejecución exacta de la estrategia.
- Liderazgo: Alejandro era un extraordinario líder y tenía la capacidad de inspirar a su ejército y motivarlos para actuaran con un valor y coraje, a un grado que los hacía sentir invencibles. Sus discursos hacia sus soldados eran de una retórica electrizante, donde no dudaban en dar la vida por él. Él alimentaba constantemente esa conexión entre el líder y sus seguidores (el ejército), luchaba junto con ellos arriesgando su propia vida. Al final de una batalla él estaba junto con ellos y herido también. ¿De qué otra manera podría ejecutarse una estrategia tan audaz ante los persas? Sin esa conexión emocional con su ejército no hubiera sido posible vencer a los persas. Alejandro confía en que su estrategia funcionaría porque era líder, no solo el Rey, él era su líder, por eso confía en su audaz estrategia.
- Aquí observamos una premisa fundamental de los grandes estrategas y es esta: que la estrategia es el líder y el líder es la estrategia. Bajo su liderazgo Alejandro confía en sus oficiales y su disciplina, en el entrenamiento previo y constante que ha tenido y que lo han demostrado en otras batallas. La estrategia que él piensa para vencer a los persas es una inspiración basada en él mismo y en su liderazgo porque conoce a su ejército que él mismo ha formado. Una idea intrépida poco probable, pero con un mínimo de posibilidad para vencer a un gigante, se juega la vida y lo logra. Es cuando se le ha nombrado Alejandro Magno.
Por otra parte, Darío desconoce la formación de las falanges de Alejandro Magno, sus lanzas de tres metros y escudos impenetrables de los macedonios, pero confía en su enorme ventaja numérica y mucho menos llega a imaginar la audacia de Alejandro Magno de abrirse paso entre su ejército para ponerse frente a frente con él, esto deja pávido a Darío y pierde toda su confianza inmediatamente y le genera miedo.
Lo que también desconoce Darío, es que Alejandro poseía una intuición poderosa formada a través de los años con sus estudios del arte de la guerra. Mientras que Darío es Emperador cómodo y sin ambición que ha heredado un imperio que forjaron sus antecesores a sangre y espada. Darío solo confía en su ventaja numérica subestimando el valor y la edad de Alejandro.
El más necesitado está obligado a pensar mejor: lecciones.
Alejandro desde el inicio de su reinado va logrando objetivo tras objetivo. Cada pequeña victoria va dando confianza a su ejército y va conociendo mejor la forma de pelear de los persas en territorios ocupados por ellos sin gran valor para Darío. Pero en esas guerras Alejandro trata muy bien a los prisioneros persas y les perdona la vida cuando la costumbre era matarlos. Así es como él va conociendo las costumbres y forma de pensar de Darío, así como sus artes e instrumentos de guerra. Cuando le declara la guerra a los persas, Alejandro tiene ya la sensibilidad en la yema de los dedos y el “cómo” lo vencería (la estrategia), procesando la información obtenida previamente a la batalla y los movimientos que tendría que hacer con su ejército para romper la probable formación del ejercito de Darío. Tiene Alejandro, por medio de su intuición de estratega, una visión previa de su estrategia y confía plenamente en ella. Posee esa intuición ganadora, a lo que el emperador romano Julio César le llamaba “el vini, vidi, vici” (vine, vi y vencí). Y a lo que posteriormente Napoleón Bonaparte lo llamó “le coup d´oeil “(golpe de vista que permite ver cómo vencer). La idea del cómo vencer y todo lo demás se alinea a ese “cómo vencer”, es decir, a la estrategia. La alineación de todo lo demás y con los recursos disponibles, el estratega ha de crear el plan de acción para la ejecución de la estrategia.
La idea de “cómo vencer” es la estrategia para lograr el objetivo, que es ganar la batalla y tiene que ser una idea magnánima, invencible e inesperada con un alto grado de audacia y que también requiere de un espíritu muy valioso para lograrlo.
Aunque los oficiales de Alejandro apenas unas horas antes de la batalla conocieron la estrategia y el plan para ejecutarla, Alejandro les pidió que cada uno se concentrara en lo que tenía que hacer y él como líder asumiría la responsabilidad total del resultado de la batalla. ¿Por qué? Porque Alejandro sabía que todos estaban nerviosos en qué pasaría con él cuando atravesara al ejército persa para matar a Darío. Así que la ejecución del plan se hizo a la perfección y hasta Alejandro volvió para ayudarles a vencer lo que quedaba del ejército persa.
Desafortunadamente, muchos historiadores y estudiosos de esta victoria épica de Alejandro, consideran solo su valor y su audacia de haberse enfrentado a los persas, en que el hecho de que el ejército persa crea un espacio en medio que da acceso a Alejandro, fue una oportunidad que vio al momento Alejandro y que aprovecha inmediatamente, decidiendo el resultado de la batalla, nada tan equivocado, ya lo sabemos ahora. Alejando creó esa oportunidad primero en su imaginación y luego actuó con una audacia increíble, convirtiéndose así en uno de los más grandes conquistadores de la historia, tal cual su visión cuando era más joven.
Reafirmando con más puntualidad de lo que es una estrategia ganadora y cómo se ejecuta en base a esta batalla ejemplar de Gaugamela. ¿Por qué vence Alejandro?
- Encarna el conocimiento desde muy joven
- Desarrolla habilidades de liderazgo sumado a su carisma personal.
- Conoce a su enemigo con pequeñas batallas y lo vence.
- Hace innovaciones importantes en las artes de guerra que sus enemigos desconocen.
- Se rodea de oficiales con experiencia (sabiduría) y lo complementa con oficiales jóvenes (ímpetu).
- Forma un ejército disciplinado que convence con su retórica y discurso de que están destinado a algo grande.
- Tiene clara su visión de largo plazo.
- Define primero alcanzar objetivos pequeños de corto plazo, luego objetivos más grandes, hasta llegar a un objetivo más grande (batalla contra los persas) que lo acerquen a su visión a largo plazo. Va midiendo la viabilidad de cada objetivo y su ejército va ganando confianza también.
- Cada objetivo va requiriendo una nueva estrategia (un cómo ganar) y su correspondiente plan de ejecución. Cada estrategia es diferente y su ejecución se ajusta y se adapta a sus recursos disponibles.
- Conforme avanza va preparando y entrenando a su ejército con desafíos mayores de tal forma que va ganando autoconfianza y adrenalina.
- Las estrategias tienen que ser una nueva forma de ganar (algo innovador e inesperado, algo nunca visto) algo que nunca espere el enemigo, la innovación debe estar presente en los medios y formas en que se ejecutará el plan. Medios y recursos innovadores tanto en la táctica como en la operación en entrar en batalla.
- Como Rey y líder empodera a su ejército, los llena de espíritu y emoción antes que les impida pensar en la muerte, justo como él se siente. El liderazgo no es el carisma solamente, si no la capacidad de crear poder en los demás dentro de sí mismos, generando una fuerza moral invencible ante una visión de futuro, una causa o un sueño.
Todo esto era Alejandro Magno, no es casualidad que posteriormente grandes generales estudiaran a fondo su vida y sus batallas, no solo como inspiración a su valor, sino a su mente estratega y genial. Por estas razones este es un ejemplo extraordinario y completísimo para aplicar también en los negocios, en campañas políticas y en el deporte.
Virtudes de un gran estratega en base al ejemplo de Alejandro Magno:
- Encarnar el conocimiento: La historia, el entorno actual, tu área de competencia, sus tendencias y escenarios. Investigar, estudiar, etc.
- Definir un objetivo viable de corto plazo que contribuya a la realización de tu visión de largo plazo. Luego, otro objetivo un tanto más desafiante y así sucesivamente.
- La estrategia es “el cómo” ganar la batalla: estar al menos a 50 metros de Darío. La estrategia va en función de tus capacidades, recursos y habilidad de innovación. La estrategia tiene que ser inesperada, ser única y diferente.
- La estrategia la debe definir el líder. No puede confiar la estrategia a otros.
- Hacer un plan de acción para la ejecución de la estrategia: táctica y operación. Entrena y prepara a tu equipo para ejecutar el plan. Afina todos tus recursos hacia la ejecución, si falta, pon. Si sobra, quita.
- El plan de ejecución de la estrategia requiere de innovación creada por ti mismo, las innovaciones de otros te pueden ayudar, pero las que creas por ti mismo te darán una enorme ventaja competitiva.
- El plan de ejecución de la estrategia se convierte en la forma o modelo de competir y ganar, puesto que debe ser tu esencia, difícilmente te lo podrán copiar. Y justo cuando tu competencia va conociendo porque ganas, en ese momento defines un nuevo objetivo y una nueva estrategia, ajustando el plan de ejecución de la estrategia. Por lo tanto, modificas tu modelo de competir y de ganar, y así sucesivamente.
- Si no eres un Alejandro Magno, desarrolla ciertas habilidades histriónicas para empoderar a tu equipo, motivarlos e inspirarlos. Recuerda: el líder es la estrategia, la estrategia es el líder y que no hay estrategia exitosa sin innovación.
- No seas copia de nadie y que nadie te pueda copiar. Es mejor una genialidad relativa pero exitosa; es mejor ser vagamente correcto que estar completamente equivocado. Y llevado al otro extremo todo esto, es como decía el gran estadista francés Charles de Gaulle: “Más vale un mal método que no tener ninguno”. Y es mucho mejor que sea “tu mal método” porque crees en él, que tener un buen método en el cual no crees. Aunque en realidad ambos no son recomendables. Sigue leyendo.
Claro está que estas virtudes de un gran estratega implican muchos aspectos, ya iremos clarificando otros más adelante. En principio quise señalar algunos por anticipado, y sobre todo, en lo qué es verdaderamente esencial algo que es verdaderamente esencial e ir haciendo énfasis en ello una y otra vez en los sucesivos capítulos para que te conviertas en una mente estratega.
Fuente: Libro «Estrategia». David Rendón. Edición 2021.