Virtudes del Estratega: visión de largo plazo e impulso del cambio.

Visión de largo plazo

       En nuestro mundo es muy criticada la visión de largo plazo, pero es uno de los grandes poderes de los estrategas. Su intuición prominente también es capaz de ver hacia el futuro, de hecho, el esfuerzo presente no tiene ningún sentido si no se cuenta con una visión de largo plazo. Si su intuición es capaz de ver hacia lo más profundo y recóndito, también es capaz de penetrar en lo más elevado, en lo superior: ven formas en el horizonte. Y es de vital importancia ver formas en el horizonte porque ahí se encuentra su propósito de largo plazo que le da sentido a su esencia de ser.

      Y porque son capaces de leer el entorno, los hechos, los acontecimientos y los personajes, son capaces de clarificar lo que bien pueden lograr en el futuro. Confían en ello porque saben que por alguna razón misteriosa poseen el don de una intuición muy desarrollada y que, por otra razón misteriosa, poseen una virtud de estar siempre pensando en el futuro cuando se toman decisiones. El pasado y el presente no son nada ante lo que se puede lograr en el futuro. Para los estrategas esto es magia de la existencia y representan el motor de los cambios que pretenden promover en su mundo, sea en el campo que sea.

El impulso del cambio

      Los grandes estrategas poseen un impulso inherente de cambiar su mundo, de provocar cambios favorables en la humanidad desde su percepción de la vida y el mundo. Tienen el poder de hacerlo, aunque no para todos favorezcan sus cambios que pretenden o que provocan. Pero el hecho de ser tan perceptivos e intuitivos con visión de largo plazo, les genera una enorme confianza de provocar grandes cambios en todo lo que hacen. No por nada son grandes innovadores y crean formas distintas de hacer las cosas, está en su naturaleza.  Aunque les es difícil explicar sus razones, ya que su imaginación es muy superior a todas. Incluso, no solo les es difícil de explicar su imaginación global del futuro, les es muy difícil y estresante explicar los detalles, pues los detalles, por más pequeños que sean, dominan parte de un mapa complejo y no hay tiempo de explicarlo. Así que, hágase lo que se tenga que hacer.

Esto explica un tanto porque tienden a ser autoritarios, puesto que no les alcanzaría el tiempo para explicarlos en consenso. Y que quede claro, ante la dinámica cambiante de la vida el consenso estorba y su visión sigue siendo aun así de equipo y, aun así, el estratega como líder lo empoderara e inspira con un rasgo de humanidad poco común, algo que los líderes triviales y poco ambiciosos logran. La exigente autoridad de mando se compensa con una humana inspiración hacia su equipo, ellos lo saben bien.

El cambiar e innovar a gran escala requiere de este balance, además, la gran escala de una estrategia y su objetivo requiere de este balance, y gracias a su intuición, el estratega lo maneja magníficamente como una gran mente maestra.