Inesperada, sorpresiva e impredecible debe ser una estrategia para lograr un objetivo o un resultado. Pero, además, al más bajo costo posible. El costo es de vital importancia. En realidad, los grandes estrategas logran sus objetivos con estrategias que no sean costosas.
La virtud o el hecho de ser una buena estrategia está directamente relacionada al más bajo costo posible. Hacer mucho con poco, pues hay más batallas que librar y los recursos son escasos. Esto aplica aún más si estás en desventaja o eres la parte más débil.
Los grandes estrategas tienen una enorme capacidad imaginativa, al ser la parte más débil en recursos y con todos los pronósticos en contra, han de pensar mejor. Si pierden, es lo más obvio que se esperaba. Pero si ganan, todos se preguntarán ¿cómo fue que ganó? Algo muy complejo de explicar, ¿no crees?
