Ante la crisis de suministros e insumos de producción, así como su encarecimiento provocando una inflación veloz y ascendente en el mundo, países como Estados Unidos y Japón se preparan a adaptarse. Estados Unidos realiza ya un estudio a fondo en todo el país para identificar insumos de importación que están escasos en mira de producirlos ecológicamente ellos mismos y activar sus propias cadenas productivas de suministros a través del impulso de sus propias empresas o micro-empresas locales, lo que llevará tiempo. Esto da entender que la crisis de suministros e insumos continuará a nivel mundial, al menos para el 2022. Y que los países y las empresas se enfocarán en producir con lo local disponible, siempre y cuando no contaminen.
Hace unos días, al asumir el cargo de primer ministro, Fumio Kishida prometió que Japón, la tercera economía del mundo, se alejaría del neoliberalismo y construirá un “nuevo capitalismo japonés”, para promover la distribución de la riqueza en beneficio de quienes tengan ingresos medios y bajos, y crear nuevas salvaguardas de suministros estimulando a pequeños y medianos productores. La forma como lo hará será mediante cambios en las leyes tributarias. Simple: quienes más ganen, que paguen más impuestos para impulsar la micro y mediana empresa.
Lo mismo se debe pensar estratégicamente para América del Norte: México, Estados Unidos y Canadá en el marco del tratado de libre comercio. Este nuevo fenómeno inflacionista se debe en mucho al encarecimiento de los suministros importados y su incremento en los costos de transporte, así como a la escasez misma. Teniendo como consecuencia un incremento generalizado de precios a nivel mundial, generando mayor inestabilidad en los mercados financieros internacionales y la consecuente alza de las tasas de interés a nivel mundial. Entonces, debe haber voluntad en toda la América del Norte en rediseñar la integración económica vía el impulso de producir sus propios suministros, disminuyendo la dependencia en su importación desde Asia.
El más necesitado está obligado a pensar mejor y la escasez es la madre de las grandes estrategias.
David Rendón